Si de todas formas tu amor por él es tan intenso, entonces haz esta invocación:
Emplea, además una vela roja y un alfiler, para que puedas atravesarla en el momento en que la oración lo exige. Rézala en La noche al acostarte:
Espíritu, cuerpo y alma de (nombre del hombre)…
Ven, porque yo te llamo, yo te sugestiono,
Yo te domino… Tranquilidad no has de tener
Hasta que vengas rendido y humillado a mis pies.
Así como atravieso este alfiler en la mitad de esta vela,
Así quiero que se atraviese mi pensamiento
En mitad de tu corazón…
Para que olvides a la mujer que tengas
Y vengas a mí, la única dueña de tu corazón.
Muy importante: Repite esta oración tres veces.